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Hoy es jueves, y como sabrán nuestros seguidores, toca hablar de moda y tendencias. Pero hoy no voy a hablar sobre lo último en vestidos de fiesta para esta Navidad, ni del peinado que no puedes dejar de hacerte, ni de la colección de bolsos que tienes que seguir de cerca. Hoy quiero aprovechar este espacio para hacer un comentario, o una reinvidicación (no me importa el nombre que le pongamos) sobre las tallas que hay disponibles en las tiendas en las que compro, o intento comprar, normalmente. Me gustaría saber si ustedes, chicas, se encuentran con los mismos problemas y también si algo parecido ocurre en el sector masculino. Comienzo.
Se acerca, o más bien ya está aquí, una época con muchos días en los que tienes que arreglarte: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, la noche de Reyes, la cena de empresa… Y aunque todos y todas seguramente tengamos en el armario prendas de sobra para no repetir entre todos esos eventos, siempre sales de tiendas en busca de algo diferente, a lo mejor una blusa nueva para combinar con esa falda básica o un pantalón que combine con los zapatos que te apetece ponerte. Además, tenemos que escribirle la carta a los Reyes Magos o Papá Noel, y qué mejor manera que escribirla con tallas, tienda en la que se puede encontrar y todos los detalles para que sus majestades o los elfos, que de tan lejos vienen, puedan encontrar lo que queremos sin dar muchas vueltas. Pues bien, yo tengo mi carta aún en blanco.
Yo suelo ir de compras a las tiendas de Inditex, porque son las que están en todos lados. A Zara, Bershka, Pull and Bear o Stradivarius, le sumo otras como Blanco o H&M. En esta última no suelo tener estos problemas de tallas, pero también es verdad que tienen menos prendas que me gusten o que sean de mi estilo. En todas las demás, después de un día de tiendas acabo con una mezcla de desconsuelo y enfado. Mido 1,70, peso 60 kilos, no considero que forme parte de un colectivo que tenga que buscar tallas especiales, más bien estoy dentro de la media. Pero cuando intento entrar en un vestido pueden pasar tres cosas:
1. Que se me quede enrollado en la cintura y no haya forma de bajarlo, en ninguna de las tallas que se venden en la tienda (a ver si se van a pensar que solo intento entrar en la S)
2. Que me lo pueda poner, pero que me quede tan al límite por debajo del culo, que hasta dar un paso haga que muestre más de lo que el decoro me permite (me encantan los vestidos cortos, siempre y cuando lo que se vea sea muslo y no cachete).
3. Que coja una talla más grande (si es que en esa tienda existe, que en muchos casos no ocurre) y evite los dos problemas anteriores, pero que me quede un escote patético en el que quepan dos como yo.
Y ya lo peor es cuando intento entrar en un mono, que aprovecho para decir que esta temporada son lo más para dar el toque original a nuestros outfits yendo totalmente cómodas (muy pronto traeré un post sobre ellos). Todos son muy cortos desde la cruz hasta los hombros, y es imposible que quepa yo dentro.
La gracia de todo esto es que no soy muy muy bajita, ni muy muy alta, ni me sobran kilos ni me faltan. No me quiero imaginar lo que deben pasar este grupo de chicas, si se ven atraídas por alguna prenda de estas tiendas. Al final lo que consiguen es que nos hartemos, y no compremos nada. Tienen que darse cuenta que las mujeres no somos todas de 1,60 cm, con una talla 90C de sujetador y una cadera de menos de 90 cm, que son el público al que van destinados sus vestidos. Hay mujeres altas, bajitas, planas, con mucho pecho, con caderas…que no se salen tanto de la media como para tener que rebuscar entre las tallas. En serio, ganarían más dinero teniendo en cuenta estos pequeños detalles y no fomentarían problemas de autoestima o de alimentación en las chicas jóvenes que no se dan cuenta de que el problema no son ellas, sino la industria textil.
Si tú también tienes problemas como los míos, no dudes en dejarnos un comentario. A ver si entre todas nos hacemos oír.
Huolas!! Mujer, ¿qué te voy a decir que no sepas? Pues totalemente de acuerdo con tu artículo.
No es ni medio normal que personas que entran dentro de la media (entendiendose esto por ni mucho ni poco) tengan que volverse locas buscando tallas, que tengas que ser súper delgada o 14 años…
Lo peor es que la cosa no va a cambiar lo cual fomenta más problemas alimenticios porque como bien has dicho la gente tiende a pensar que el problema está en ellos no en la industria textil así que ves a más y más gente obsesionada con dietas e historias.
PD . I love you! xD
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